martes, 5 de mayo de 2009

¿DONDE SE HA IDO LA ILUSIÓN?

a ver que opinas de esto:
Acaba de salir una encuesta de Demoscopia, del mes de Abril en España, donde se da este dato: “la gran mayoría de los entrevistados está satisfecho con su vida, aunque (Y ATENCIÓN) el 67% no tiene en mente ningún proyecto que le haga sentirse ilusionado; y es llamativo que incluso entre los más jóvenes la falta de ilusión sea mayoritaria. El porcentaje de ilusionados (un 33%) es notablemente menor que el que arrojaban los sondeos realizados entre 1980 y 1990, según las estadísticas de metroscopia”

Pero... ¿es posible? Y los jóvenes, ¿sin ilusiones importantes antes de los 30 años? ¿qué modelo de sociedad hemos construido? Creo que no somos conscientes de la importancia de la ilusión en la vida. porque la ilusión, es el motor, la gasolina, para una vida plena, para vivir la vida con mayúsculas, para no pasar por aquí, sino vivir, para levantarse con ganas de levantarse, con sangre en las venas, para que la vida tenga sentido, para que el camino merezca la pena...

Si no, ¿que estamos haciendo? somos lo más parecido a un robot "meresignoaloquetengo", que es lo que hay. El modelo que hemos montado, se circunscribe a que "seamos realistas", no soñemos, y a tumbar a aquellos que sí quieren ir en pos de sus sueños, por descabellados que sean.
la primera pregunta que te hago es esta:
¿eres de ese grupo del 67 % que no tiene proyectos importantes que le ilusionen? si no es así, enhorabuena, pero si es así,
¿en qué medida crees que te lo puedes permitir?
¿crees que esta es la vida que hay, y estás dispuesto a seguir pasando por ella?
¿cual es el primer y sencillo paso que vas a dar para volver a recuperar la ilusión?
Tal vez una persona en esta situación lo que tiene en el fondo, es miedo. Miedo a reconocer que esta no es la vida que quería para ella, que no se atreve a mover pieza para cambiar algo, que se ha acostumbrado a lo cómodo, que no significa a lo que le conviene... Hay una frase que me dejó en fuera de juego la primera vez que la vi:
"Normalmente, aquello que tememos hacer, es lo que debemos hacer".
Pero al miedo a redirigir la vida en una dirección mucho más plena e ilusionante, se le puede gestionar detectando:
- ¿qué te ilusiona o que te ilusionaría?
- ¿cual es el primer pequeño paso que vas a dar en esa dirección?
- ¿cuando, concretamente, vas a dar ese paso?
Y cogiendo al toro por los cuernos, enfrentándonos a ese miedo, porque al  final, descubriremos en la mayoría de los casos, como ya nos habrá pasado un millón de veces, que no era para tanto.