lunes, 5 de enero de 2009

mi carta a los reyes magos

Queridas majestades de Oriente:

Como bien sabéis cada año me fijo unos lemas para tenerlos presentes delante de mi, colgados en la pared de mi despacho, y para meditarlos todas las mañanas hasta el 1 de enero del año que viene, de manera que se conviertan en lo importante en mi vida este año, y focalice mi evolución en estos temas

y como cada año, lo que os voy a pedir es toda la ayuda y la magia de la que estáis provistos, para que yo pueda cumplir con este difícil objetivo. y paso a contaros cuales son las áreas en las que tengo puestas mis ilusiones. Mis 4 lemas para este año son:

- Eficiencia. Voy a ser alguien que dedique la mayoría de su tiempo (un 80/20) a lo que es realmente importante, a lo que marque la diferencia de verdad en mi vida, sin dejarme llevar por urgencias y pequeñeces (casi todo son pequeñeces). Gracias a esto, conseguiré perseguir el aprovechar el tiempo para alcanzar el ideal de convertir cada día de mi vida en una obra de arte, que es responsabilidad exclusivamente mía

- Gratitud. Mi primer pensamiento por las mañanas va a ser dar gracias por lo que tengo, por lo que soy, y por lo que hago. Me voy a fijar mayoritariamente en lo que ya está conmigo, y no en lo que me falta. Dar gracias, tener gratitud hacia mi, hacia las personas y hacia el mundo es el primer paso para la plenitud.

- Soy parte de un todo: pertenezco a algo mucho más grande, a lo que no sé poner nombre, aunque me gusta el de "Universo". en este caso, me siento una gota de agua del oceano, que se funde en el mismo y ya soy océano, con los otros. por eso, cada vez que hago algo contraproducente a alguien, se lo hago a un igual, y me lo hago a mi mismo. Cada uno de nosotros llevamos dentro ese universo completo al que pertenecemos, y al que volvemos continuamente. todos somos uno

- Contribución: no quiero buscar más excusas para no hacer nada que contribuya a mejorar algo a alguien, o del mundo, por pequeño que sea. por eso me comprometo a hacer cada día alguna acción que desde mi pequeña influencia, ponga los cimientos de alguna mejora. y también me comprometo a hacer proselitismo de esta idea, porque el mundo necesita más que nunca de nosotros y de nuestras pequeñas contribuciones, cuya suma es la que cambia cosas. Nunca olvidaré el cuento donde el anciano estaba plantando una palmera, y un vecino le espetó:

la lotería

estos días hemos vivido la apoteosis de la lotería, fenómeno que en España, con El gordo de Navidad, es objeto de estudio sociológico. Y después, el Niño, para quien se haya quedado sin el mágico toque de la diosa fortuna (practicamente todo el mundo). Para mi, lo importante del hecho de la lotería, son dos observaciones:

la primera, es que las personas creen fervientemente que cuando les toque serán más felices, y sus sueños se cumplirán, y vivirán plenos para siempre, y todo cambiará.