miércoles, 16 de diciembre de 2009

LA DIGNIDAD

SÁBADO 12 DE DICIEMBRE DE 2009

he salido del curso de "Vivir del Coaching que estoy impartiendo, y aprovecho a quedar con algún amigo de los íntimos que hace tiempo no veo, y de paso vemos el partido, por la zona de la plaza mayor. me recojo pronto, puesto que mañana tengo más "tajo", y caminando por la plaza mayor, donde está pleno todavía el ambiente navideño, los puestos de nacimientos, luces, disfraces y demás "atrezzo", paso por debajo de los soportales. Ante mi, una colección impresionante de cajas de cartón emsambladas, cual gigantesca urbanización de "sin techo". ¡Hace un frío que pela!

se me pone el corazón en un puño. iba dando vueltas a problemas que tengo, y de repente, los problemas se ven reducidos a la nada, comparado con lo que estoy viendo. Un hombre está tumbado dentro de un saco, con una gorra de beisbol, y se acomoda como puede. me paro ante él y me agacho (hace tiempo que he descubierto que las personas en condiciones paupérrimas, más que el dinero, antes que todo buscan el calor humano, una palabra, un "existo y estoy aquí", soy una persona, para los que pasan delante). le pregunto que que tal, y le cojo la mano. Esboza una semisonrisa. Está perfectamente afeitado, y su dicción es clara, diáfana, pareciera que hubiera trabajado la voz a lo largo de su vida. Me responde que bien, aunque van a poder dormir poco estos días, por el follón que se monta. hay un atisbo de tristeza en su manera de expresarse, muy leve, sutil. no puedo dejar de pensar en quien es, como había sido su vida hasta entonces, qué ocurrió para llegar allí.... pero no pregunto, me siento un invasor de su intimidad. le ofrezco unas pipas que voy comiendo (no llevo dinero ni en billetes ni metálico, aunque no sé porqué, tampoco siento que es lo primero que hay que sacar).