lunes, 22 de abril de 2013

MI EXPERIENCIA CON UN GUARDIA JURADO EN HACIENDA

El otro día fui a la delegación de Hacienda en El Escorial a hacer unas gestiones. Y si estás esperando que el guardia jurado de la puerta me montara un lío, te equivocas. Porque nunca he visto en la puerta de una entidad pública a una persona como él. Me recibió con una enorme sonrisa, cosa sorprendente y que desmonta el mito de que para hacer ese trabajo tengas que tener mirada seria y concentrada. Siguió todo el protocolo de seguridad pero de una manera afable y cercana. Y cuando le pregunté donde tenía que hacer la gestión, me lo explicó con pelos y señales. ¿Y sabes lo mejor? se notaba a la legua que le encantaba ayudar, porque le salía de dentro. Estoy seguro que José, que así se llama esta persona remarcable, disfruta de su trabajo pese a que esté de pie muchas horas, y posiblemente mal pagado. Porque para él tiene sentido, por lo menos desde la actitud de servicio, de ser útil, de ayudar.