martes, 14 de agosto de 2012

¿TIENES PENDIENTE ALGUN “TE QUIERO” POR DECIR?


Hace unos días murió Sancho Gracia, el celebérrimo intérprete de “Curro Jiménez”. Y reproduzco aquí unas palabras de su hijo que creo tienen un mensaje de fondo crucial para nuestra paz interior:
“Ahora pienso en todas las conversaciones pendientes, en todos los "te quiero" que en ocasiones, por vergüenza, no me atreví a decirle. Pero afortunadamente, la última vez que hablamos sí se lo dije”.

¿Cuántas de esas conversaciones o “te quieros” tienes pendientes? yo todavía, muchas, pero puedo decir que cada vez son menos. Vivimos creyendo que la vida tiene prórroga, cuando en realidad no sabemos si llegaremos a la noche. Y así demoramos lo importante.
Sé que a muchos de nosotros, sobre todo de mi generación (la de los 60) y anteriores, no nos han educado para decir “te quiero”, y menos a nuestros padres, por ejemplo. Para mí fue uno de los retos más difíciles a los que me he enfrentado. Hubiera preferido combatir en primera línea que el decir “te quiero” a papá y mamá. Pero lo conseguí (y al poco mi padre murió).
Lo peor de esto es que  si uno no lo hace, en la mayoría de los casos no hay solución, porque la persona querida, o herida, o despreciada, o tratada injustamente por nosotros, se ha ido para siempre. Y surge el arrepentimiento, la frustración, el flagelarnos a nosotros mismos con la culpa….
Me parece que expresar el amor, la gratitud, el cariño por las personas que nos rodean, o a las que apreciamos, es algo que deberíamos hacer todos. Y además, de una manera diáfana, clara, diciendo “te quiero”, o “ gracias por estar a mi lado”; o “gracias por ser mi amigo”; o “te aprecio muchísimo”; me refiero a decirlo, no a dejarlo sobreentendido, o al archiconocido “si no te quisiera no estaría a tu lado” o “no haría tal o cual cosa”.
Se trata de guardar unos momentos y prestar toda la atención a esa persona, para decirle algo importante que quieres que sepa “sí o sí” antes de que sea tarde (y tarde puede ser mañana).
Hace años empecé una costumbre que me ha gustado mucho hacer y que me ha creado mucha paz con respecto a muchas personas importantes en mi vida: cada mes o dos meses (en los últimos tiempos tardo más, he de reconocerlo) he comprado papel y sobres bonitos, he hecho una lista de personas a las que les estoy agradecido en la vida, a las que admiro y a las que quiero, y les he escrito una carta a cada uno para que lo supieran, donde les pongo en valor, les doy gracias y expreso mis sentimientos por ellos.
¡Qué gozo cuando cierro el sobre, y además le pongo lacre y un sello, sin remitente! Porque he hecho algo que quería y debía hacer, y porque alguien va a recibir ese regalo. Es un magnífico ganar-ganar.
Así que te animo a que te pongas a ello si no lo haces, aunque cueste. Es de las cosas trascendentes en la vida y no podemos dejarlo pasar. Dile lo que le tengas que decir a esa persona que quieres o admiras, y si puede ser, no lo pienses: ¡hazlo hoy!

2 comentarios:

  1. Cuánta razón tienes, JosePe.
    Afortunadamente ésto es algo que yo tengo interiorizado y que debo agradecerle a mi madre, de la que lo he aprendido. Decir "te quiero" a mi gente en el día a día es una de las cosas más gratificantes que uno puede hacer.

    Por cierto, te quiero. :-))

    Un fuerte abrazo. ¡Te veo pronto!

    Arancha Vázquez
    Coach y Facilitadora de PSYCH-K® en MISION COACHING

    ResponderEliminar
  2. Sabes que compartí contigo momentos tan íntimos en EEUU que nunca lo he hecho con nadia salvo con mi irrepetible mujer.Llorar en compañía supongo que es de las experiencias que más unen. Formas parte importante de mi vida; y por supuesto TE QUIERO.

    ResponderEliminar