estos días hemos vivido la apoteosis de la lotería, fenómeno que en España, con El gordo de Navidad, es objeto de estudio sociológico. Y después, el Niño, para quien se haya quedado sin el mágico toque de la diosa fortuna (practicamente todo el mundo). Para mi, lo importante del hecho de la lotería, son dos observaciones:
la primera, es que las personas creen fervientemente que cuando les toque serán más felices, y sus sueños se cumplirán, y vivirán plenos para siempre, y todo cambiará.
Efectivamente, todo cambiará, y en muchos casos (el 70% en concreto) perderán todo lo que han ganado en un plazo de 5 años y estarán peor financieramente que antes de que les tocara.
¿De donde proceden estas concatenaciones de falsos causas-efectos? del machacado mensaje de nuestra sociedad: ten más para estar mejor. Porque el dinero, lo que nos va a dar es la posibilidad de tener más y mejor.
Pero la pregunta sería: ¿Nos permite ser mejores? Hablamos de ser, no de tener. Por eso, el dinero, tan estigmatizado en una sociedad católica como la nuestra, no es bueno ni malo. lo hacen bueno o malo sus usufructuarios. Y para manejar dinero, hay que saber hacerlo, tene una base donde es clave ver claro qué es lo importante para uno, y también cultura financiera para saber como funciona y trabaja el dinero, que tiene sus propias leyes. De ahí el sistemático fracaso de los nuevos ricos tocados por el azar.
Y por otra parte, y mucho más preocupante: la inmensa mayoría de las personas dejan a un billete, al azar, a un número (que no saldrá prácticamente nunca) la plenitud de sus vidas, el volver a vivir, y no a pasar por la vida. Son actores pasivos de lo que sucede, a excepción de comprar la lotería, y si no toca, la mala suerte se ceba con ellos y no se puede hacer nada. Las personas están acostumbradas a delegar la responsabilidad del éxito en la vida en el factor azar, y así justificar su inmovilidad y resignación, su conformismo y comodidad, en sucesos ajenos a su ámbito de influencia.
¿cuando asumiremos que en realidad, somos hijos de nuestras decisiones, y que la suerte es una cosa, y la buena suerte es otra, en palabras de Alex Rovira? porque la buena suerte es aquella que se va sembrando, fruto del esfuerzo, la preparación, la asunción de riesgos, el cuidar el detalle, el perservar, el aclarar nuestro "para qué"... y cuando uno va trabajando estas áreas, poco a poco comienza a darse la magia, y empiezan a salir las cosas, y cada vez todo va a mejor... y entonces es cuando la masa pasiva que se conforma, te mira y dice: "¡pero qué suerte tiene!", sin saber que esta se siembra.
Volviendo a Alex Rovira, tiene una frase que creo resume muy bien la diferencia: El azar son las cartas que nos caen en la vida, pero luego nos toca a nosotros jugarlas. ¿y tú, que tal estás jugando las tuyas?
La sociedad no está educada para manejar bien el dinero. Hemos aprendido que son muchos los que no son capaces de endeudarse de manera inteligente y en vez de invertir en el futuro y en la felicidad lo han gastado en efímeras satisfacciones, que normalmente les ha llevado a una cadena vital de derroche. El 2009 es buen tiempo para reflexionar ,pedir consejo de coach, psicólogos, filósofos, sociólogos, politólogos y asesores personales. Ha llegado el momento de centrarnos en quien somos y adonde vamos.
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