jueves, 18 de junio de 2009

PARA QUÉ. LA EXTRAÑA E INCREIBLE IMPORTANCIA DE LA EFICIENCIA

Hace unos días, mi compañero coach Jaime Bacás, que ha puesto en marcha una iniciativa estupenda, llamada www.senderosdeproductividad.com

MI TERCERA VUELTA AL CAMINO


Y allí estaba, una vez más, con esa ilusión del principiante que no es tal, porque sabe o anticipa lo que puede ocurrir. Si el camino tiene algo, una vez te has convertido en peregrino en otras ocasiones, es incertidumbre ilusionante, pues sabes que solo existe la posibilidad del crecimiento, aprendizaje y mejora de uno mismo ( si se va predispuesto a ello, como siempre).

Esta vez el motivo para ir, aunque fueran solo 4 días, era el absorber la energía, el espíritu y la inspiración necesaria para escribir un libro sobre la para mi, tan querida ruta. Aunque en el fondo, este no era más que uno de ellos, pues ese reencuentro conmigo mismo es algo que se ha convertido en imprescindible en mi vida, para tomar nota y constancia de lo importante, de lo que realmente me mueve, de lo que de verdad valoro.

Al tener solo 4 días, elegí la ruta Santiago-Finisterre, unos 90 km para hacer de domingo a miércoles. Curiósamente empezaba mi camino, donde en general se acaba, y ahora me dirigía al fin de la tierra, recuperando la tradición de las antiguas peregrinaciones paganas, pero que en el fondo siempre han estado imbuidas de la interiorización y trancendencia de las grandes corrientes universales.

Y una vez más, no me sentí un extraño pese a hollar por primera vez aquellos preciosos parajes. Maravillosamente, volví a tomar consciencia de los pequeños detalles, de las cosas pequeñas, del “aquí y ahora”, de sol, del verdor de los árboles y del campo en una primavera ya en plenitud…

Qué paisaje, y qué día!!! No pude sustraerme a meter los pies en un arroyo, recordando como en mi primer camino, me negaba tal posibilidad, en pro de cubrir los objetivos del día en cuanto a kms y horarios. ¡cómo han cambiado las cosas! Por lo menos, cuanto más, soy consciente de que el camino no es el llegar, sino la vivencia plena del próximo paso, de lo que ven tus ojos, de lo que siente tu piel y lo que te dice el corazón, aquí y ahora.

El camino me hace tomar contacto de nuevo con la naturaleza con toda intensidad. La lluvia, presente en buena parte de la ruta, se convirtió, contra todo pronóstico, en una amiga, con ese sonido peculiar, rítmico e hipnótico. Cuando estás en marcha, curiosamente, las adversidades meteorológicas pasan a convertirse en un acicate más de la aventura, y las integras como algo que enriquece el día, que lo da forma y lo hace especial. Ya sabes que andando puede suceder cualquier cosa, y la meteorología es algo que queda fuera de nuestra jurisdicción, con lo que a diferencia de la vida cotidiana, aceptas mucho antes que lo que ocurra, “bien ocurrido está”, ¡y eso incluye el acabar hecho una sopa!

jueves, 4 de junio de 2009

MOMENTOS

Dicen por ahí los que saben, que la vida, más que un continuum, es una sucesión de momentos, que son los realmente significativos para uno. Esta sucesión de momentos puede ser más o menos reiterada. Si nos hiciéramos la pregunta: ¿qué recuerdas de tu vida? Traeríamos al presente varios momentos del pasado, que tienen un significado, o han dejado una potente huella, sobre todo emocional.
Los momentos de la vida dan sentido a esta. Como aficionado a la historia militar, siempre me ha llamado la atención que la vida de un soldado en tiempo de guerra, casi universalmente y con independencia de la época, ha sido una acumulación reiterada de no hacer nada significativo, vida de cuartel, marchas, contramarchas, rutinas, hasta desembocar (solo en algunos casos) en el momento memorable, para bien o para mal: la batalla.