viernes, 5 de marzo de 2010

¡LO QUE SOBRA ES TALENTO!

“El talento es escaso”; “Hay que retener el talento”; “el peligro es la fuga del talento”….: frases cotidianas que a fuerza de repetirse se han convertido en axiomas, donde parece que ese talento es un bien poco habitual. De todas maneras, es normal que tengamos esta percepción. ¿qué se puede esperar de un sistema donde la definición clásica de economía es “cubrir necesidades ilimitadas con recursos limitados”, y que sanciona el sistema de competitividad y consumo en el que estamos inmersos?

En definitiva: escasez, carencia, y por lo tanto lucha y disputa por aquello tan valioso por lo poco que hay: esta es la visión que hoy en general se tiene del talento.

Pero… ¿en verdad es cierto que el talento es escaso? ¿seguro? Primero: veamos qué entendemos por talento. Una definición bastante aceptada por los que entienden de estos temas se refiere a “aquel don natural que tiene una persona, que le permite realizar cosas y alcanzar resultados de una una manera fácil, sin apenas esfuerzo”. En definitiva, que viene en el “pack de serie” de esa persona. En cambio, al resto nos resultaría un importante trabajo el alcanzar lo mismo, en incluso pese a todo nos es inalcanzable. La otra persona es excelente en su desempeño, y nosotros, tal vez solo “buenos o muy buenos”.

Pues aquí lanzo este mensaje: Señoras y Señores, EL TALENTO NO ES ESCASO: EL TALENTO SOBRA, y está en todos los lados, por doquier. Pero esto solo es visible para quien sabe mirar. ¡Y esta cualidad sí que es escasa! Lo que falta, y en cantidades ingentes, son personas en general, y en particular líderes, jefes, empresarios, directores, directivos, responsables de personas, etc, que sepan mirar a otras personas. Pero mirar lo que anida dentro, no solo el exterior: estamos hablando del POTENCIAL.

Y Este es el gran cambio que considero va a suponer el siglo XXI: el juzgar a los otros no por lo que han hecho, sino por lo que podrían llegar a hacer. Pero claro, para conseguir esta mirada limpia, hay que limpiarse por dentro. Porque para llegar a este punto es necesario confiar en las personas, creer en ellas. En definitiva, no en lo que se ve, sino en lo que no se ve.

Y si todos nosotros, y los líderes, y los que tienen a su cargo personas en las empresas, entrenaran esta cualidad, que es imprescindible para el nuevo siglo que está comenzando; descubrirían a su alrededor talento por doquier, múltiple, diverso, casi ilimitado, en cada persona que tuviéramos/tuvieran enfrente; en los equipos, en sus empresas…

Recuerdo cuando trabajé en el pasado por cuenta ajena (bastantes veces, y para diversas empresas de sectores variados), que solo en un caso tuve conciencia de estar desarrollando y utilizando mi auténtico potencial. Y esto se debía, sobre todo, a que como casi siempre, un jefe me apoyó, confió y creyó en mi incluso más que yo mismo. En el resto de los casos, me limité a hacer mi trabajo correctamente, a ganarme el sueldo, y punto. Una vez más, circulaba como un wolkswagen polo, aunque dentro había un Ferrari.
¿Cuántos recursos, talento, energía, capacidades, ilusión e ideas estamos dilapidando en las empresas por no saber leer a las personas? Posiblemente ya no se trate de leer, sino de “querer leer”. Porque no queremos hacerlo en muchos casos. Da miedo: confiar en los otros es un riesgo y da miedo; hacer aflorar el potencial de los otros da miedo (¡qué amenaza a mi estatus); y sobre todo, mirar a la gente con estos ojos implica un potente trabajo interior de cambio, y a la postre , de modificación completa del paradigma de de cómo dirigir empresas y personas. ¡Y eso cuesta, y mucho!: esfuerzo, autoconocimiento, aprendizaje, humildad y autocrítica y acción. Y de esto ¡sí estamos escasos!

Si nos tomáramos la molestia de indagar en el talento de cada ser humano, desde nuestros hijos a nuestros compañeros de trabajo, a las personas de nuestro entorno cotidiano; si nos rigiéramos mucho más mirando el posible potencial del otro, y no tanto evaluación del desempeño, produciríamos casi magia. Aquella persona que “no era para tirar cohetes”, con el apoyo necesario, en el sitio adecuado y haciendo aquello para lo que está dotado naturalmente, se convierte en un activo muy importante, en alguien muy rentable, en una fuente de soluciones de ideas, y sobre todo en una persona mucho más realizada, plena, autónoma y comprometida, que siente que confían en ella y que devuelve confianza.

Así que ¿qué te parece si nos dejamos de frases hechas y de lemas cómodos? El talento sobra y está ahí, para quien sepa mirar, o quiera hacerlo, y se atreva a verlo, y a currárselo. Y no es un camino fácil: nuestro ego y prepotencia (al fin y a la postre, inseguridad en uno mismo) la falta autoliderazgo y sobre todo, la presencia sistemática y continuada del miedo a casi todo, se interponen una vez más. Pero merece la pena. Creo que mucho. El talento nos está esperando, y está ahí. De hecho, podemos empezar a reconocerlo en nosotros mismos. ¿Cuáles son tus 3 talentos principales? ¿los usas?

 
“En la gran orquesta del universo, cada uno de nosotros hemos venido a tocar un instrumento en especial, en el que encontraremos la excelencia”

Te animo a que mires más allá de la tapa del libro, y veas el diamante que ya está dentro de cada uno de nosotros, de todos. Es un ganar-ganar genuino y poderoso, y va mucho más allá de lo que es evaluar qué somos capaces de hacer: es un modelo de ver el mundo, mucho más acorde con la época que vivimos, y potenciador de las personas, y de las relaciones poderosas y potenciadoras entre ellas. ¡Nos abrimos al “no limits”! y algo mucho más humano y enriquecedor.

Te invito a que en los próximos días cuando veas a alguien, en vez de juzgar rápidamente, te hagas la siguiente pregunta: ¿qué se esconde detrás de la fachada? ¿Cuáles serán sus talentos y su grandeza? Te aseguro que será una experiencia enriquecedora. ¿Te atreves?

11 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo contigo Josepe. Justo esta mañana he tenido oportunidad de hablar del talento en un máster del que soy profesor en la Universidad de Alcalá de Henares que hubiéra podido enriquecer con muchos de los muy interesantes matices que explicas aquí. Gracias por compartirlos. A mis alumnos les dije, y lo aporto también aquí para tus lectores, que "el más escaso de los talentos es el del talento para sacar el talento de los demás".
    Acepto tu reto del último párrafo.

    ResponderEliminar
  2. Yo misma soy un ejemplo de que el talento sobra. Soy Princesa, fui periodista y creoq ue acabaré siendo tarotista como mi doncella Maripuri.

    Besos de Princesa

    ResponderEliminar
  3. Buenas Josepe, Aquí otro "talentiano" al habla que vé, siente y escucha el juicio a la creatividad, la innovación y la imaginación.

    Sin duda hemos de mejorar primero en nuestra disciplina de ¿A qué hemos venido a este mundo?, ¿Quienes nos creemos que somos?.

    He dicho!

    ResponderEliminar
  4. pues tu frase es brillante, angel, si no te importa la utilizaré cuando hable del talento. y ya me contarás el reto. me alegro mucho que hayas lanzado mensajes parecidos a tus alumnos

    abrazos

    ResponderEliminar
  5. qué polivalente, leticia!

    ResponderEliminar
  6. sabias palabras, Diego. no hay nada como empezar por uno mismo!

    un gran abrazo

    Josepe

    ResponderEliminar
  7. genial con todo. aunque ni tu ni nadie aclara ni podra es cuantificar el coste de oportunidad del que apuesta por el futuro de una persona mas que por el pasado. Esa persona ganara un sueldo y yo como empresario, tendre que pagar por ver. Todos los que quieran hacer valer su talento, deberian estar dispuestos a apostar por dejarlo ver. Y el sistema laboral español es el menos adecuado para este esquema. por donde empezamos??? Juanma

    ResponderEliminar
  8. hola, Chema, muy interesante tu reflexión. creo que el factor clave es que diferencias pasado y futuro. para mi es más bien, pasado, y presente. hoy empiezas a mirar con esos ojos a tu gente, y hoy empiezas a generar cosas distintas ya en muchos casos. por otra parte, el coste de oportunidad va estar creo en cual de los dos modelos es el más idoneo para tu empresa: en los dos casos arriesgas, como hacemos todos los días los empresarios (¿cual era el coste de oportunidad de poner en marcha tu negocio, o no ponerlo en marcha?) ahora, cual crees que es el modelo más sostenible a medio y largo plazo para tu empresa? (esto, si solo tuvieras el concepto "rentabilidad" en mente; si además tuvieras el concepto "desarrollo de las personas", creo que está claro cual es el modelo a elegir). por lo tanto, en los dos casos, pasado y presente/futuro, tú eliges y apuestas. aunque para apostar, tus ases en la manga sobre todo van a ser tu compromiso y ganas para mirar a la gente con ojos de potencial, y alentar una política de "error y no miedo". no todo el mundo está dispuesto a pagar este peaje, a nivel personal (no ya de facturación) porque no todo el mundo va a tener el valor de cuestionarse a uno mismo, y cambiar. y en función de esto, se obtendrán resultados mucho antes. el líder de una empresa tiene desde mi punto de vista que elegir la estrategia mejor, con la adaptación a la misma que significa. Y correr riesgos, y sin la certeza absoluta de acertar, pues claro, como siempre! ahora, y pese al sistema laboral español, (que si lo tuviéramos en cuenta, muchos no tendríamos ni empresa)... ¿cual será la tuya?

    un gran abrazo

    ResponderEliminar
  9. ¡Me ha encantado este post! Uno no suele detenerse a mirar el talento del otro y prefiere ir por ahí de salvador que en el fondo no desea quedarse sin causa y por eso fomenta dependencias sin cuento; porque, a la larga, tampoco confía en su propio talento.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  10. Me apunto esto para mis referencias:

    "EL TALENTO NO ES ESCASO: EL TALENTO SOBRA, y está en todos los lados, por doquier. Pero esto solo es visible para quien sabe mirar. ¡Y esta cualidad sí que es escasa!"
    "... estamos hablando del POTENCIAL"

    Quitemos palabrería y vayamos al concepto. Lo misco ocurre con el significado de "innovación!

    ResponderEliminar
  11. Hola a todos,

    yo quería comentar algo parecido a lo que dijo Juanma, pero desde el otro lado de la barrera...
    Dónde podemos encontrar los trabajadores una empresa que nos valore como algo más que "un mal necesario"?

    Es que una idea "parecida" a la de Juanma la tiene mi padre.
    P.ej. cuando le sugerí que contrate o promocione a alguien que le ayude a dirigir la empresa (12 empleados) su respuesta es "es que en cuanto lleve 2-3 años y tenga experiencia se va y se puede llevar clientes".
    (Digo yo... si se va, es porque alguien puede ofrecerle algo mejor, habrá que buscar la forma de igualar!)

    "el sistema laboral español es el menos adecuado para este esquema"
    Hablando de esto quería preguntar/comentar... aquí en España (apenas conozco la situación en otros países), la mayoría de grandes empresas han crecido a base de políticas de empleo bastante precarias e incluso prácticas ilegales.
    Y para cualquier empresa pequeña es muy fácil tomar atajos de todo tipo, p.ej. mentir en las cotizaciones, contratar a trabajadores en una categoría inferior al trabajo que desempeñan, contratos de media jornada, pagar tarde, etc...

    Pero si la empresa tiene una "actitud cutre", inevitablemente el trabajador acabará teniendo una "actitud cutre". Lo curioso es que algunos empresarios aún por encima se extrañan de que esto ocurra.

    Saludos!

    ResponderEliminar