"Para el mundo, que me bajo". ¡ Qué frase!. El otro día estuve en Misa en el pueblo de mi mujer en Segovia. No soy asiduo, pero en esa ocasión allí estaba, y la verdad es que la homilía del cura me emocionó. Una persona sencilla, dirigiéndose a personas sencillas, y con un mensaje fundamental.: NO QUIERO BAJARME DE ESTE MUNDO.
Porque supo mostrar sabiamente otra realidad, pese a que todo parece decirnos que estamos sumidos en un desastre (corrupción, paro, pobreza, injusticia...) y que los medios de comunicación están además jugando un papel clave en la imagen del mundo que vivimos.
Y aquí es donde supo hacernos dirigir la mirada a lo que sí tenemos, a lo que funciona, a tanta y tanta gente buena, eficiente y preocupada por el bien común que nos rodean. Hizo un alegato en pro de todos los profesionales, trabajadores, funcionarios, empresarios, voluntarios e incluso políticos que sí están contribuyendo y haciendo las cosas bien y con ilusión. Y que hay esperanza, si cada uno de nosotros aportamos lo que buenamente podamos para mejorar la tierra en que vivimos. Me recordó esa frase brillante: "Deja de pensar en qué puede hacer el mundo por ti, y plantéate qué puedes hacer tú por el mundo".
Dijo sin tapujos que nuestra sociedad necesita un examen de conciencia, y lo que es lo mismo: cada uno de nosotros; poder descubrir como hemos llegado a este punto, y finalmente, frente a todos aquellos a los que les gustaría decir hoy: "Paren el mundo, que me bajo", él proclamó, alto y claro, que no quiere bajarse de un mundo que también tiene muchísimas cosas buenas si sabemos mirar.
Y tú, ¿qué decides? ¿Te bajas, o sigues y a por todas?
Yo tampoco me bajo. Hay bastantes artículos donde se explica la relación entre una aptitud positiva y las consecuencias a medio largo plazo. Pero creo que son actitudes mas que aptitudes.
ResponderEliminarBuen artículo.
Ruben HDC
estoy contigo, Rubén, la actitud va antes que la aptitud
ResponderEliminarabrazos